Una neozelandesa madre de dos niños tomó su propia leche materna para salvar su vida. Susan O'Brien participaba en una carrera de 20 kilómetros al sur de Wellington y en medio de la competición perdió el rumbo, por la presencia de una tormenta.
Cuando la lluvia y los fuertes vientos la ponían en riesgo, decidió cavar un hoyo para mantener el calor corporal y además tomo su propia leche para mantenerse con vida.
La mujer aseguró tomar su propia leche para mantenerse activa y no desmayarse además manifestó que pasó la noche rezando y pensando en su familia.