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Por qué no hay que retrasar la alarma del despertador


Desde que los celulares se convirtieron en el reloj despertador de la mayoría de las personas, muchos tienen la costumbre de conectan la alarma en intervalos de 5 o 10 minutos antes de la hora necesaria.

Sin embargo, lejos de ser una modalidad para levantarse más descansado, este gesto es perjudicial para la salud. Sucede que el botón de snooze, ideado para dilatar un poco más el despertar, no permite un descanso extra, sino todo lo contrario. 

Si bien no existe una respuesta científica absoluta sobre los posibles efectos adversos de posponer la alarma del despertador, hay un cierto nivel de conocimiento en base a las observaciones que se han hecho sobre los ritmos biológicos del sueño.

Joaquín Terán Santos, presidente de la Sociedad Española de Sueño (SES), aseguró que cuando alguien necesita despertarse usando varias alarmas, a menudo hay una falta de sueño detrás de eso. 

"Cuando uno está corto de sueño, se interpreta como cansancio o somnolencia. Y entonces se produce la inercia de sueño: una sensación de aturdimiento y de falta de energía y de capacidad para mantener la atención", detalló el especialista.

Así las cosas, ese pequeño vicio de no levantarse con la primera alarma lo único que provoca es que se tengan sueños cortos de mala calidad, que no tienen ningún efecto restaurador.

La solución

Los especialistas en sueño recomiendan acostarse antes, porque la propina del sueño de la mañana no va a solucionar el cansancio.

Lo ideal sería despertar de forma natural, es decir, sin la necesidad de una alarma.

Una mejor opción es despertarse con una luz-despertador, que fuera incrementando progresivamente su intensidad, imitando el amanecer.

En lo posible, hay que despertarse todos los días a la hora, incluyendo los fines de semana. De esa manera, el cuerpo se acostumbra a mantener un ritmo de sueño.
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